El jardín de mi casa....

Está vivo, lleno de colores, luces y sombras, y es lo que da luz y color a mi casa.

En el hay árboles centenarios, que habitan en el desde mucho antes que tu y yo naciéramos, hay flores de muchos colores, y pájaros que alegran el día con sus cantos.

Cuando sopla el viento los árboles parece que hablaran entre ellos, y yo los escucho placidamente desde mi ventana, asombrándome de sus movimientos, de sus palabras, pues según sopla el viento se mecen de una u otra forma.

Dejan que en sus ramas se poseen los pájaros que alegran con sus cantos el día, y hacen que un mal día se vuelva estupendo.

Me encanta sentarme en la ventana a mirarlo y escuchar los árboles hablar con los pájaros, es un gustazo la verdad, y además un privilegio, pues no todo el mundo tienen un jardín para si, no todo el mundo puede disfrutar de estas largas conversaciones entre árboles centenarios, con su sabiduría y belleza en danza.

Hay un pájaro en particular, de color blanco y negro que me encanta, tiene una llamada peculiar, pues casi parece la de un cuco, pero no lo es.

Puedo distinguir su canto de cualquier otro pájaro, pues para mi es mi favorito y me encanta observarlo y escucharlo.

En mi jardín todo es paz y armonía, y los días más divertidos son aquellos en los que sopla el viento y mece las ramas de los árboles que allí se encuentran, pues no hay nada como oír mecerse sus ramas y verlos moverse de esa manera, tan bella, acompasando sus movimientos, danzando entre colores y sombras, eso, eso si que es un lujo y la naturaleza me lo regala a cambio de un poco de agua y cariño.....