lunes, 31 de agosto de 2015

El acierto del cambio, o como arriesgar y ganar.




Este año he cambiado de trabajo, y he tenido mucha suerte la verdad, pues no me ha podido salir mejor la cosa, ya que donde estaba cada día era un suplicio ir a trabajar, pues tanto el ambiente como los compañeros comenzaron a dejar mucho que desear hace tiempo.

El trabajo se había vuelto insoportable, porque el jefe, que es quien debe dar ejemplo, ayudar, y ser un valor en alza, un motivador, lo único que hacía era amargarte, exigirte, y porque no decirlo, joderte la vida, y así no se puede trabajar, porque si le sacas el trabajo, y no solo eso, sino que si haces bien tu trabajo, lo menos que puede hacer es felicitarte, o ya no eso, sino dejarte en paz con el mismo y no felicitar a los que se tocan los huevos, y a tu equipo y a ti tratarte como la mierda.

Y no solo el, sino que los demás idiotas a los que el felicitaba por rascarse los huevos, cuando te traían trabajo y tu intentabas hacerlo y pedirles que te explicaran tal o cual te miraban por encima del hombro y pasaban de ti, no solo eso, sino que además se pasaban el rato rascándosela…..

En fin, que con semejante ambiente, pocas expectativas de cambios, y sin posibilidad de ascenso decidí jugármela y marcharme a otro sitio, no sin antes informarme bien si era el lugar adecuado, o iban a joderme igual o más, así que tras investigaciones previas decidí intentarlo y…., por suerte el puesto ha sido mío.

Los compañeros son geniales, o al menos lo que he visto de ellos hasta ahora, el ambiente que se respira es relajado, sin dejar de lado el trabajo, al contrario se trabaja y mucho, pero si hay buen ambiente toneladas de trabajo no son nada, en cambio, cuando es al revés, lo más mínimo que hagas se vuelve pasado y aburrido…

No solo he notado el cambio en mis compañeros, sino también en mi s jefes, pues ahora tengo tres jefes por encima de mí, y si uno es bueno, los otros son mejores, en realidad, no podría quedarme únicamente con uno, ya que los tres son excelentes motivadores y currantes, ya que ellos son los primeros que dan ejemplo, y con gente así, no hay excusas, ni ganas de hacerlo mal, sino al revés, ganas de mejorar y estar a la altura.

No solo eso, sino que además se ven aires de cambio y ascenso con un poco de trabajo por mi parte, así que no puedo más que pensar y con acierto que he hecho bien en cambiar, pues si se está mal en un sitio…., ya no se puede ir a peor (o quizás si…..), pero en este caso el riesgo ha valido la pena, ya que he ganado en salud, tranquilidad, motivación, y vida, porque esta última me ha cambiado y mucho desde que estoy en mi nuevo puesto de trabajo, y  la verdad, no podría sentirme mejor, así que espero que esta buena suerte se vea reflejada en mi vida de algún modo y haga que resurja con fuerza mi yo interior, y mi felicidad…..

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