Los japoneses son delgados porque no comen de más.
Para parecernos a ellos, tendríamos que desterrar la costumbre de comer para llenarnos. Empezar a apreciar los platos y disfrutar de las comidas. También, habría que disminuir las cantidades de carne vacuna e incluir más pescado, soja, algas y variedades de vegetales.
¿Una clave?: que la ensalada no sea una guarnición sino el plato principal.
Elongación y caminatas para mantenerse activos.
No van al gimnasio, pero nunca dejan de moverse. A la mañana, realizan ejercicios en la escuela o en el trabajo, antes de iniciar sus actividades. Y, a lo largo del día, intentan moverse todo el tiempo posible. ¿Cómo podemos occidentalizar esta costumbre? Subiendo escaleras y pensando dos veces antes de tomar un taxi o un colectivo.
Una actitud calma
A pesar de que trabajan mucho y son afectados por el estrés al igual que los occidentales, ellos ven las cosas de otra manera. La medicina alternativa y sus aferradas creencias los ayudan a estar saludables. Su lema es: “la enfermedad viene de la mente”. O, lo que es igual, si la mente está bien, el cuerpo no se va a enfermar. Para lograrlo, se toman las cosas con serenidad.
“MUCHAS VECES, LOS OCCIDENTALES DICEN ‘QUE RICO, LÁSTIMA QUE ERA POCO’.POR QUÉ TENEMOS QUE COMER DE MÁS?”
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