Por desgracia para mi he tenido que despedirme de la que ha sido mi compañera durante 8 años, 6 meses y 22 días, ya que el día 6 por la noche, después de haber disfrutado un gran día, al llegar a casa y después de abrir el frigo y ponerme a prepararles sus verduritas a mis Bixis, mi Neska se desmayó delante del frigo.
No sabía que pasaba, pues parecía un ataque de epilepsia, pero por desgracia para mi no iba a ser un ataque como otro, ya que ni si quiera lo era.
Neska se derrumbó poco a poco y cayó al suelo desmayada.
Intenté que se despertara, levantarla, pero no podía. Estaba como cuando a nosotros nos da una bajada de tensión, desmayada y sin fuerza ninguna.
No sabía que pasaba, creo que ni siquiera ella lo sabía.
Por un segundo se levantó y andó hacia donde tiene su agua, pero se cayó de nuevo desmayada.
Yo le tocaba la oreja y no reaccionaba, su patita que la tenía mala y no hacía movimiento alguno, así que le pedí a Silvia que llamara al veterinario y le dijera lo que pasaba porque la perri no estaba bien, al contrario parecía que estaba bien mal.
Cuando lo llamó este nos dijo que no sabía que podía ser, pero que esperáramos media hora y si no reaccionaba lo llamáramos, porque al tomarle el pulso este era normal, pero no estaba bien.
Yo sabía que eso no era normal.
Esperamos unos minutos, que seguramente no debimos esperar, y llamamos otra vez al vete para decirle que la íbamos a llevar de urgencia a su centro para que la viera, así que quedamos en media hora para que la atendiera.
Silvia fue a por el coche.
Yo me quedé con ella acariciándole la tripita, y llamándola por su nombre, diciéndole la palabra "POLLO", porque es su comida favorita, diciéndole que íbamos a ir de paseo, pero Neska ya no reaccionaba, no estaba conmigo.
La acariciaba, le tocaba la tripa, el lomo, la cabeza, la oreja, su patita, pero no había forma.
Por un segundo pareció reaccionar, se levantó, pero dio un paso y se cayó al suelo como si tuviera un ataque de epilepsia, pero no lo era.
Fui corriendo a por sus cánulas, pero al volver me di cuenta de que no lo era, pues no convulsionaba, sino que parecía que andaba en sueños, y casi me pongo a llorar, pues no estaba bien, lo presentía.
Cuando llegó Silvia se le ocurrió usar su cama a modo de camilla y así la bajamos hasta el coche, la llevamos al vete, y allí cuando nos vio le puso la luz del móvil en la pupila para ver si había reacción, y si el parpado estaba rosita, pero ella ya no reaccionaba.
Lo había hecho un segundo antes, al aparcar el coche, había levantado la cabeza con su ultimo aliento, pero no podía más.
La llevamos a la sala donde siempre la trata, le miró el pulso, el cual era algo débil pero normal y constante, le tomó una vía, y nos dijo que veneno no era, porque tiene otros síntomas, aunque no sabía lo que le pasaba, así que se la quedó para pasar allí la noche y poder observarla.
Que idiota que fui, la miré siempre desde su espalda para que el vete pudiera trabajar, no la toqué, estaba en shock, estaba fatal, no podía creerme lo que me pasaba, lo que le pasaba a mi amada Neska.
No la acaricié, casi no me despido de ella, ya incluso dudo que lo hiciera.
Y allí la dejamos porque había un cliente que venía detrás con un gato pequeño.
Que error, nunca podré perdonarme haberla dejado en esa fría mesa encima de ella, en su camita, sola, mientras el vete atendía a los chicos de detrás, debí quedarme, decirle que le hiciera una eco, me odio por ello la verdad, y cada vez que lo pienso me duele más.
Y sí, me fui, salí de allí pensando que se pondría bien, que a la mañana siguiente Neska volvería a casa, pero no fue así.
Y me odio aún más por no haberme levantado temprano y haberme ido a verla, a ver como estaba, a abrazarla y cuidarla, porque cuando Silvia llamó a la hora acordada el vete le dijo que fuéramos corriendo porque Neska estaba muy mal, me lo dijo llorando, y llorando me vestí corriendo, en un segundo, cosa que nunca he hecho, y salí corriendo en su búsqueda, asfixiándome por el camino de ir corriendo, con lagrimas en los ojos y maldiciendome por no haberme levantado primero y estar con ella abrazandola.
Y cuando llegué, le dije a la chica que me habían llamado diciéndome que mi Neska estaba muy mal, la chica puso cara rara, fue a por el vete, y este salió, cuando entrábamos me dijo que mi Neska había muerto, que tenía un tumor en el bazo y se había reventado, por lo que había tenido una hemorragia interna y no había podido remontar.
En teoría según me explicó cuando ocurre esto, al perrito se le dan sueros y se intenta estabilizar, momento en el cual una vez estabilizado se le opera y extirpa el tumor o incluso el bazo para que pueda vivir, pero Neska no remontaba, lo hizo unos segundos pero cada vez iba a peor, y no pudo resistirlo.
Me llamaba para eutanasiarla, pero no llegué a tiempo, pues ya había muerto.
Y allí estaba su cuerpecito, en una fría camilla cubierto por una toalla naranja.
No podía creerlo, mi amiga, mi compañera, ya no estaba, su cuerpo no se movía, no respiraba, se había muerto de la noche a la mañana, y yo no había estado con ella, no la había abrazado, ni mirado a los ojos, ni dicho ninguna palabra de animo o cariño, yo, que había estado con ella desde los dos meses, no había estado en su despedida.
Y me hinché a llorar, sin creérmelo, porque su cuerpecito estaba conmigo, pero ella ya no estaba, porque todo parecía un mal sueño, una pesadilla, pero no, era real, y doloroso.
Una mierda la verdad.
Y sí, me odio, porque soy una gran mierda por no haber estado con mi compañera peludi en su último día, por no haberla despedido, ni abrazarla como ella se merecía.
Soy una mierda, la echo tanto de menos.
No es justo.
Le di un beso en su cabecita y sólo podía decir "JODER NESKA", "JODER", "¿PORQUÉ TE HAS MUERTO?
Le había comprado un montón de dentistik que ya no podrá disfrutar, un pavo de dos kilos que no podrá probar, no podremos pasear más y recoger a Silvia en el trabajo, no saldrá y entrará del patio para que le de un dentistik porque ha hecho pipi o caca, ni me mirará desde su habitación desde su lugar especial porque se ha ido a dormir antes que yo.
Como odio la vida, lo que más quería en la vida, y se me ha muerto sin estar yo con ella.
No es justo.
No debía irse tan pronto, si, ya sé que estaba enfermita, pero era mi Neska, lo que más quiero en el mundo, en el universo, y ahora no está.
ES UNA MIERDA.
Todo, todo es una autentica mierda.
Ojala estuviera aquí, ojalá esa noche me hubiera quedado con ella, le hubiera dicho al vete que le hiciera la eco, quizás, se hubiera salvado.
Y yo...., no debí irme nunca a casa, debía haberme quedado con ella.
Neska, te quiero tanto, y te echo tanto de menos......
No sabía que pasaba, pues parecía un ataque de epilepsia, pero por desgracia para mi no iba a ser un ataque como otro, ya que ni si quiera lo era.
Neska se derrumbó poco a poco y cayó al suelo desmayada.
Intenté que se despertara, levantarla, pero no podía. Estaba como cuando a nosotros nos da una bajada de tensión, desmayada y sin fuerza ninguna.
No sabía que pasaba, creo que ni siquiera ella lo sabía.
Por un segundo se levantó y andó hacia donde tiene su agua, pero se cayó de nuevo desmayada.
Yo le tocaba la oreja y no reaccionaba, su patita que la tenía mala y no hacía movimiento alguno, así que le pedí a Silvia que llamara al veterinario y le dijera lo que pasaba porque la perri no estaba bien, al contrario parecía que estaba bien mal.
Cuando lo llamó este nos dijo que no sabía que podía ser, pero que esperáramos media hora y si no reaccionaba lo llamáramos, porque al tomarle el pulso este era normal, pero no estaba bien.
Yo sabía que eso no era normal.
Esperamos unos minutos, que seguramente no debimos esperar, y llamamos otra vez al vete para decirle que la íbamos a llevar de urgencia a su centro para que la viera, así que quedamos en media hora para que la atendiera.
Silvia fue a por el coche.
Yo me quedé con ella acariciándole la tripita, y llamándola por su nombre, diciéndole la palabra "POLLO", porque es su comida favorita, diciéndole que íbamos a ir de paseo, pero Neska ya no reaccionaba, no estaba conmigo.
La acariciaba, le tocaba la tripa, el lomo, la cabeza, la oreja, su patita, pero no había forma.
Por un segundo pareció reaccionar, se levantó, pero dio un paso y se cayó al suelo como si tuviera un ataque de epilepsia, pero no lo era.
Fui corriendo a por sus cánulas, pero al volver me di cuenta de que no lo era, pues no convulsionaba, sino que parecía que andaba en sueños, y casi me pongo a llorar, pues no estaba bien, lo presentía.
Cuando llegó Silvia se le ocurrió usar su cama a modo de camilla y así la bajamos hasta el coche, la llevamos al vete, y allí cuando nos vio le puso la luz del móvil en la pupila para ver si había reacción, y si el parpado estaba rosita, pero ella ya no reaccionaba.
Lo había hecho un segundo antes, al aparcar el coche, había levantado la cabeza con su ultimo aliento, pero no podía más.
La llevamos a la sala donde siempre la trata, le miró el pulso, el cual era algo débil pero normal y constante, le tomó una vía, y nos dijo que veneno no era, porque tiene otros síntomas, aunque no sabía lo que le pasaba, así que se la quedó para pasar allí la noche y poder observarla.
Que idiota que fui, la miré siempre desde su espalda para que el vete pudiera trabajar, no la toqué, estaba en shock, estaba fatal, no podía creerme lo que me pasaba, lo que le pasaba a mi amada Neska.
No la acaricié, casi no me despido de ella, ya incluso dudo que lo hiciera.
Y allí la dejamos porque había un cliente que venía detrás con un gato pequeño.
Que error, nunca podré perdonarme haberla dejado en esa fría mesa encima de ella, en su camita, sola, mientras el vete atendía a los chicos de detrás, debí quedarme, decirle que le hiciera una eco, me odio por ello la verdad, y cada vez que lo pienso me duele más.
Y sí, me fui, salí de allí pensando que se pondría bien, que a la mañana siguiente Neska volvería a casa, pero no fue así.
Y me odio aún más por no haberme levantado temprano y haberme ido a verla, a ver como estaba, a abrazarla y cuidarla, porque cuando Silvia llamó a la hora acordada el vete le dijo que fuéramos corriendo porque Neska estaba muy mal, me lo dijo llorando, y llorando me vestí corriendo, en un segundo, cosa que nunca he hecho, y salí corriendo en su búsqueda, asfixiándome por el camino de ir corriendo, con lagrimas en los ojos y maldiciendome por no haberme levantado primero y estar con ella abrazandola.
Y cuando llegué, le dije a la chica que me habían llamado diciéndome que mi Neska estaba muy mal, la chica puso cara rara, fue a por el vete, y este salió, cuando entrábamos me dijo que mi Neska había muerto, que tenía un tumor en el bazo y se había reventado, por lo que había tenido una hemorragia interna y no había podido remontar.
En teoría según me explicó cuando ocurre esto, al perrito se le dan sueros y se intenta estabilizar, momento en el cual una vez estabilizado se le opera y extirpa el tumor o incluso el bazo para que pueda vivir, pero Neska no remontaba, lo hizo unos segundos pero cada vez iba a peor, y no pudo resistirlo.
Me llamaba para eutanasiarla, pero no llegué a tiempo, pues ya había muerto.
Y allí estaba su cuerpecito, en una fría camilla cubierto por una toalla naranja.
No podía creerlo, mi amiga, mi compañera, ya no estaba, su cuerpo no se movía, no respiraba, se había muerto de la noche a la mañana, y yo no había estado con ella, no la había abrazado, ni mirado a los ojos, ni dicho ninguna palabra de animo o cariño, yo, que había estado con ella desde los dos meses, no había estado en su despedida.
Y me hinché a llorar, sin creérmelo, porque su cuerpecito estaba conmigo, pero ella ya no estaba, porque todo parecía un mal sueño, una pesadilla, pero no, era real, y doloroso.
Una mierda la verdad.
Y sí, me odio, porque soy una gran mierda por no haber estado con mi compañera peludi en su último día, por no haberla despedido, ni abrazarla como ella se merecía.
Soy una mierda, la echo tanto de menos.
No es justo.
Le di un beso en su cabecita y sólo podía decir "JODER NESKA", "JODER", "¿PORQUÉ TE HAS MUERTO?
Le había comprado un montón de dentistik que ya no podrá disfrutar, un pavo de dos kilos que no podrá probar, no podremos pasear más y recoger a Silvia en el trabajo, no saldrá y entrará del patio para que le de un dentistik porque ha hecho pipi o caca, ni me mirará desde su habitación desde su lugar especial porque se ha ido a dormir antes que yo.
Como odio la vida, lo que más quería en la vida, y se me ha muerto sin estar yo con ella.
No es justo.
No debía irse tan pronto, si, ya sé que estaba enfermita, pero era mi Neska, lo que más quiero en el mundo, en el universo, y ahora no está.
ES UNA MIERDA.
Todo, todo es una autentica mierda.
Ojala estuviera aquí, ojalá esa noche me hubiera quedado con ella, le hubiera dicho al vete que le hiciera la eco, quizás, se hubiera salvado.
Y yo...., no debí irme nunca a casa, debía haberme quedado con ella.
Neska, te quiero tanto, y te echo tanto de menos......
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